Esquela
Convenio del Sector de Seguridad 2012
Si eres humano y tienes
corazón únete a nosotros en nuestro dolor y llanto ante tal perdida. Unos
desalmados con premeditación y alevosía se llevaron aquello que los vigilantes
más
querían. Es tanto el dolor que apenas podemos pronunciar palabra alguna, es más, haciendo un gran esfuerzo hemos podido confeccionar esta esquela que denota el desasosiego que nos embarga. Por eso compañero, tú que de momento te vemos más entero, que tu endereza no se ha visto mermada por este sufrimiento por tal perdida, que te venimos a solicitar, mayormente, diríamos rogar, que procures que esta esquela de dolencia sea extendida por los cuatro vientos de esta sociedad intransigente ante esto que hoy nos envuelve.
querían. Es tanto el dolor que apenas podemos pronunciar palabra alguna, es más, haciendo un gran esfuerzo hemos podido confeccionar esta esquela que denota el desasosiego que nos embarga. Por eso compañero, tú que de momento te vemos más entero, que tu endereza no se ha visto mermada por este sufrimiento por tal perdida, que te venimos a solicitar, mayormente, diríamos rogar, que procures que esta esquela de dolencia sea extendida por los cuatro vientos de esta sociedad intransigente ante esto que hoy nos envuelve.
No nos queda nada más que
la pataleta de la protesta anta tal villanía, sabemos quienes fueron y cómo lo
hicieron, los verdugos de tal atropelía fueron unos notables señores que con la
inteligencia necesaria y en representación del total de los vigilantes de
España usando unas siglas que a todos no suenas y nos son comunes –CCOO, UGT y
USO- firmaron en usurpación de la voz y opinión del sector de Sector de
Seguridad un documento donde queda patente la sentencia y muerte de lo pactado
en su día, pero como era de esperar, los señores del dinero, del capital, como
es la patronal solicitaron que estos hombres justos en un pasado –los sindicalistas-
plasmaran su rúbrica en el acta para dar fe con su firma óbito del acuerdo.
Por ello, lloremos pues y,
en nuestra amargura, vistamos la ropa de un luto riguroso en nombre de aquello
que más nos valía nuestro apreciado y escaso CONVENIO, que en el día del Señor
paso a mejor vida, mejor dicho a un recuerdo imborrable.
Esperando que todos nos acompañéis
en el sepelio, damos por concluido en este momento el protocolo de las formas y
el dolor.
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