Carta de un hijo a su Madre
Madre, enséñame cómo aprender y no qué aprender; enséñame a pensar y no tan sólo qué pensar. Así desarrollaré mi inteligencia y no sólo mi memoria.
No me regañes delante de mis compañeros. Me haces sentir humillado y temeroso de ser
rechazado por ellos. Aceptaré mejor tus correcciones, si me las haces calmadamente y en privado.
rechazado por ellos. Aceptaré mejor tus correcciones, si me las haces calmadamente y en privado.
Señálame mis cualidades y reconoce mis habilidades. La confianza que así desarrollo en mis capacidades me anima a esforzarme y me hace sentir valioso y adecuado.
No me insultes con palabra, ni con gestos despectivos. Me haces sentir menospreciado y sin ánimo para corregir mis faltas o debilidades.
Ten en cuenta mi esfuerzo y mi progreso, no sólo el resultado final. A veces con poco esfuerzo logro mucho... pero es más meritorio cuando pongo todo mi empeño, así logre poco.
Anota lo que hago bien y no sólo lo que está mal. Cuando subrayas mis éxitos y no mis fracasos, me siento motivado a a seguir mejorando.
Cuando me corrijas o me disciplines, hazlo sin maltratarme física o emocionalmente. Si atacas mi persona o mi personalidad, deterioras mi autoestima y no mejoras mi disciplina.
Confía en mí y demuéstrame tu confianza. Cuando me repites la misma cosa una y otra vez, me doy cuenta de tu desconfianza.
Trátame con cariño, cortesía y respeto. En esta forma te admiraré y, por tanto, desarrollaré un profundo respeto por ti.
No me amenaces, pero si lo haces, cúmplelo. Si no cumples lo prometido, aprenderé que, haga lo que haga, siempre puedo salir eximido.
No me ruegues ni me implores que me porte bien. Te obedeceré cuando me lo exijas con firmeza y sin hostilidad.
Procura hacer conversaciones amenas e interesantes, en las que yo pueda participar. Me aburro cuando todo es rutina, solo tu hablas y yo nada puedo aportar.
Cuando te haga preguntas, no me digas "eso ya lo expliqué". A veces tus explicaciones no son claras y suficientes para mí; si pregunto es porque quiero entender y aprender.
No tengas preferencias. Cuando alabas a uno e ignoras a otros, deterioras nuestras relaciones y haces de mis compañeros, mis enemigos.
No me aceptes mis excusas ni mis ruegos por el incumplimiento en mis tareas. Cuando debo asumir las consecuencias de mis faltas, aprendo a responsabilizarme por mis deberes.
Escucha lo que te digo con atención e interés. Si me ignoras o me callas, cuando trato de expresarme, entiendo que mis ideas son tontas y que, por lo tanto, mi inteligencia es corta.
No me compares con mis compañeros. Recuerda que no soy ni puedo ser igual a nadie y que, aunque no tengo las mismas, poseo grandes cualidades.
Trata de conocerme y de apreciarme como persona. Conociendo mis habilidades particulares podrás ofrecerme oportunidades para triunfar. Al sentirme capaz e importante para ti, crecerá el concepto que me forme sobre mí.
Ayúdame a desarrollar mis cualidades y no simplemente mis capacidades. Ten en cuenta que... antes que un buen estudiante, debo ser un buen ser humano.
Ver, escuchar, leer y sentir
Procura dar la mayor difusión posible de este escrito.
Mostrar al Mundo Entero, Por favor copiar, por favor compartir
puedes encontrar más en el blog:
dirección de correo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario